Carolina
Soy colombiana y amo mi país: su cultura, colorido, gastronomía y arquitectura. He viajado a muchos sitios pero elegí vivir en España: aquí he explorado lugares muy hermosos y diferentes. Allí donde viajo me dejo sorprender por el arte callejero y en museos, me inspiro en maravillosos artistas.
Recibí mi primer salario diseñando sobre papel, cuando aún estudiaba en la Universidad Autónoma de occidente de Cali (Colombia). Me especialicé en Dirección de Arte y Redacción Publicitaria en la Escuela Superior de Creativos en Buenos Aires (Argentina). Allí aproveché para profundizar en mis estudios de fotografía: fue un gran complemento profesional junto con muchos otros cursos y a mi hábito apasionado. Admiro a los profesionales que han logrado con perseverancia llegar a lo más alto. Mi primer jefe me asignó un gran proyecto de fotografía y diseño: empezando desde cero lo llevé al éxito y descubrí que podía dedicarme a ello sin miedo. Sólo tenía que conseguir la principal herramienta de un fotógrafo: la cámara. Y cuando la tuve se convirtió en una parte inseparable de mí.
Todos los días aprendo algo de las personas, los amigos y el entorno. Mis mejores momentos son en los que veo a personas frente a la cámara, cómodos y con confianza.
Quiero que conmigo se sientan siempre como en casa.
Santi
Cuando era niño mi padre compraba todos los domingos el periódico y recuerdo que era un momento mágico tener entre mis manos El País Semanal y quedarme minutos mirando retratos y fotorreportajes. Más de treinta años después soy yo quien compra el periódico y sigo disfrutando de las imágenes de la revista.
Siempre tuve muy claro que quería contar historias y por eso estudié Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid, y ahí fue cuando confirmé que las mejores historias son las que se cuentan con muy pocas palabras pero con mucha luz.
La vida me llevó a explorar otros caminos de la fotografía pero nunca he abandonado el gusto por el fotorreportaje. Siempre creeré que la verdad se cuenta mejor cuando el protagonista no sabe que está siendo retratado.
Y la mayor de las verdades es el amor. Por eso aplico en cada una de nuestras bodas todo lo que aprendí, y sigo aprendiendo, de grandes fotoperiodistas a los que admiro. Para mí es un orgullo y un placer no solo capturar recuerdos sino también crearlos: que las parejas descubran a través de las fotografías momentos que no vivieron en sus propias bodas.
La fotografía es universal: la historia que hoy escribamos con ella será leída dentro de años en cualquier idioma.